sábado, 27 de julio de 2013

Llega el veranito... ¡Y las vacaciones!

A mí me gusta mucho el verano. Me gustaría más si no hiciese tanto calor en Zaragoza. Pero...
Y me gusta el verano por 2 razones fundamentales:
  1. Las vacaciones
  2. Las claritas con gaseosa o limón
¡Qué tontería! Pero así es. Da un gustazo eso de decir a los compañeros de trabajo "adiós, adiós, hasta la vuelta". ¡Uff!
Los mortales aprovechamos esos días para viajar por afición, y no por obligación; para hacer todo ese ejercicio físico que se nota que no hemos hecho en la cinturilla y los pechotes; empezar ese álbum de fotos electrónico que sabemos al inicio que nunca lo terminamos; quedarnos en Salou, Cambrils o Miami Playa saludando a los zaragozanos de toda la vida y... conocer bellísimas mujeres. 

Lo peor del verano es que el vino, el buen vino, también se va de vacaciones. Y llegan al lugar de veraneo la sangría, el tinto de verano y los blanquitos bien fríos. Y, en los ambientes más norteños y más juveniles, también llega el kalimotxo. 

Y, si se te ocurre la sensual idea de degustar un buen vino tras la cena, te ofrecen, generosa y profusamente, eso sí, los vinos peleones de tapón de rosca o plástico, marca Savin, o un clarete al que, exagerando, llama rosado el camarero. Será que los amores y los tintos de verano se viven y se beben sin pensar en "qué pasará mañana", de forma alegre y desvergonzada, que para eso estamos en verano ¡y de vacaciones!

Pero, ¿regresan alguna vez esos amores de verano?

¡Pues claro que sí! Regresan una y otra vez. Y vuelven. Y no envejecen. Lo he experimentado. De este modo, en el recuerdo, las arrugas no marchitan los ojos verdes de aquella guapa francesa del verano pasado. Tampoco queda ajada la risa de aquella sevillana de hace ya casi 30 años. La memoria es acojonante: olvida, además de a los amores de verano, el mal vino tinto, el mal vino blanco, la sangría y el kalimotxo. Pero lo que no puede olvidar son esas claritas de cerveza, elcrujir de las patatas fritas y el olor de las aceitunillas en los dedos. 
Los vinos fríos se beben y se olvidan. Del verano sólo quedan los gestos, los roces de las manos, algún beso apasionado, la mentira compartida de un "te quiero" con sabor ferroviario,... Y así, los amores de verano se esfuman entre las nieblas del invierno siguiente.

En verano, durante las vacaciones, donde esté una clarita fría, bien tirada, no hay sitio para el tinto de verano. 
La verdad es que esos vinos veraniegos no están tan malos, pero es una manera de venganza contra mí mismo, contra los calores de Zaragoza en julio y agosto, contra la despedida fugaz y, sobre todo, por el dolor profundo de unos ojos verdes que nunca (nunca digas nunca), jamás, olvidaré

domingo, 10 de marzo de 2013

Cuando iba con mi mamá al mercado...

Hace más de 40 años, cuando acompañaba a mi mamá de la mano a la cola de la pescadería, o de la frutería,  o de las legumbres, entre 1965 y 1970, al Mercado Central de Zaragoza, nunca pude llegar a hacerme idea del daño que podía llegar a hacer el mercado.

En aquellos años los puestos ofertaban lo que había,... y mi madre compraba lo que podía pagar. Los puestos eran tristes, sucios, con una mezcla de olores y colores que a mí, no sé por qué, tanto me gustaban, como me disgustaban. Frutas, verduras, encurtidos, carnes, pescados, huevos, pan, bollos, pollos y conejos colgando de los ganchos, las carteas de cerdo,... ¡Hasta huevos de ocas! El mercado tenía aspecto triste, humillado, cansino,... Era ese sitio donde las familias compraban a diario por 2 motivos: 

 El primero, y principal, porque no había dinero para hacer "la compra del mes".

El segundo, pero no por ello menos importante, porque los frigoríficos como los entendemos hoy, no existían. Sí es cierto que había unos modelos que, al cabo de varias horas (habitualmente toda una noche) obraban el milagro de solidificar el agua, pasando ésta de su estado líquido al sólido. No existían los arcones congeladoires, ni los "no-frost", ni eran capaces de conservar en buen estado de congelación los alimentos durante más de un mes.

Prácticamente, los frigoríficos de aquella época eran una especie evolucionada de las fresqueras.

En aquellas neveras de los años 60, que no eran comunes, ni mucho menos, en todas las viviendas, se oreaban (casi mejor que se conservaban) las carnes, los pescados, las frutas, las hortalizas,... Y cada nevera fabricaba su propio micro-clima  en unas era un micro-clima santanderino, en otras un micro-clima más parecido al de Ribadeo, y así cada una de las neveras de la época. Eso sí. conseguían prolongar durante unos días más la corta vida de los alimentos frescos que se compraban. Bueno, ¡a veces no tan frescos! Recuerdo a mi madre oliendo la carne, mirando las agallas del pescado para comprobar que el pescadero era honrado y había cumplido honestamente con su misión de vender sólo el pescado que se había salvado del horror de la podredumbre de sus carnes blancas.



Hoy, ya en el Siglo XXI, ese mercado en blanco y negro se ha llenado de color, de diseño, de frutas lavadas y abrillantadas, de pescado congelado en nitrógeno líquido para que no pierda sus cualidades organolépticas, las carnes son esplendorosas, hay todo tipo de productos ultramarinos,...  ¡Qué belleza, qué juvenil, qué atractivo es ahora el mercado!

Pero, a la vez, ¡Qué cruel! ¡Qué despiadado! El mercado del Siglo XXI sirve los desahucios como el que dispensa pipas de girasol a granel, sin ningún reparo moral.


Aquél mercado de los años 60, triste, humillado, cansino, famélico,... se ha transformado en un animal despiadado, en una transformación adaptada a los tiempos que corren del tigre dientes de sable. Aunque este modelo de tigre no sólo mata, sino que además engulle familias enteras, despedaza hombres, prostituye a las mujeres, enriquece las arcas más infames y canallas de España y humilla a todos los parias de la tierra, aquellos esclavos sin pan, mientras es capaz de defecar, única y exclusivamente dividendos, prebendas y todo tipo de estafas que reparte con largueza entre sus sacristanes, amigos y monaguillos. "Gracias, Don Luis", dicen los colaboradores de la 
gran transformación de mi mercado de los 60 en el mercado de hoy (Rajoy, Cospedal, Acebes, Mayor Oreja, Rato, arenas, Álvarez-Cascos, Palacio, del Castillo, Trillo, Arriola,... ¡hasta Jiménez Losantos!... Y ahora, parece que también nuestra Presidenta Rudi ha cobrado sobresueldos). 
Lo más horrible de esto del mercado del Siglo XXI es que no lo vemos. El Mercado de los 60 estaba ubicado, tenía una dirección, un domicilio, una sede, un edificio. Los mercados del siglo XXI no sabemos dónde habitan. ¿Habitan en Bankia? ¿Tal vez los mercados están "en Bruselas"? ¿Será el mercado Angela Merkel? ¿Alguien sabe lo que piensa este mercado? ¿Tal vez el mercado sea aquello que piensan George Soros, Warren Buffet,  Sheldon Adelson, Carlos Slim y Amancio Ortega? Tampoco hay nadie que parezca saber qué es capaz de aplacar la furia de este mercado, ni la Merkel, ni la Troika, ni Bruselas,... ¡¡¡ni Dios!!! ¿Qué entretiene al mercado? 
Ahora, cuando voy al mercado, a mi Mercado Central en Zaragoza, observo los colores y miro las estanterías repletas de frutas y verduras maravillosamente expuestas, abrillantadas, pulidas, perfectamente ordenadas en sus expositores. Pero...


Pero lo observo todo con stupor. Voy asustado. Ya no voy cogido de la mano protectora de mi mamá. Y me siento vigilado, por miles de cámaras, como en una nueva y enorme edición de Gran Hermano. Veo sus ojos, siento su aliento en mi espalda. Estoy a lo que el mercado disponga de mí. Ya no sé si trabajo para el mercado, o si soy su enemigo más letal. No sé si soy el verdugo de las familias desahuciadas por el mercado, de los hombres desmembrados por el mercado, de las mujeres obligadas a prostituirse por el mercado,... O si, por el contrario, soy otra víctima del mercado. 

¿Hay algún responsable último de este desaguisado? Yo creo que sí. Y sé quién es. 

El último responsable de todo esto es Dios, y por ello Benedicto XVI, en un ejercicio de responsabilidad, ha dimitido. ¡ A ver si cunde el ejemplo, D. Mariano Rajoy Brey!

viernes, 8 de febrero de 2013

Reflexiones de un pediatra curtido: Síndrome del torniquete en el pene. El horrible caso del niño con enuresis nocturna (mojar la cama por la noche)

Reflexiones de un pediatra curtido: Síndrome del torniquete en el pene. El horrible caso del niño con enuresis nocturna (mojar la cama por la noche)


Muy pocos conocen el denominado "síndrome del torniquete" (síndrome de pelo enredado). Es la pérdida parcial o total (amputación) de partes distales del cuerpo con una base estrecha como dedos de pies o manos y pene debido a una falta de irrigación sanguínea producida por un estrangulamiento producido por hilos o cabellos. Lo curioso es que puede ser muy grave pero tanto el diagnóstico,  la solución - si se llega a tiempo- como la prevención son muy sencillas. En la imagen se ve cómo se elimina la causa de la estrangulación.

Se acaba de publicar un caso espeluzante. Un chico casi se amputa el pene ligándoselo con un cordel durante la noche para evitar que se le escapara la orina. Si pulsan aquí verán la imágenes. Llevo muchos años en este tema. Trato a muchos enuréticos y he intentado por todos los medios hacer ver que mojar la cama por noche no es ninguna enfermedad. Sin embargo, el que padece este trastorno lo pasa muy mal y, este chico lo hacía para ocultar su problema a sus padres y a los médicos.

Las imágenes que se pueden ver a continuación son muy impactantes y pueden herir alguna sensibilidad. 

La primera es de un torniquete en un dedo de un pie. Las siguientes son las del pene estrangulado que nos ocupa.

Tanto las imágenes como el texto inicial son del Dr. García Tornel.
Torniquete en dedo por pelo:


Amputación parcial del pene, por no consultar por la enuresis

Constricción del pene,

El pene, 3 semanas después de la reconstrucción

La enuresis puede resolverse modificando ciertos hábitos, como consumir menos líquidos antes de acostarse. En los casos en que no se resuelven de forma espontánea, existen tratamientos médicos cómodos, seguros y eficaces, prescritos por los pediatras.

martes, 29 de enero de 2013

La gula, ese pecado simpático

En una entrada anterior escribía acerca de la lujuria (fornicatio, según la Iglesia primitiva), el primero de los 7 pecados capitales, según San Gregorio Magno allá por los siglos VI y VII, quien ordenó los 8 pecados y los redujo a 7, argumentando que la tristeza, anteriormente un pecado capital, es una forma de pereza. Así que ya sabéis, quien afirma estar triste, peca de pereza y, por tanto ha de ir a confesarse, puesto que morir en pecado capital implica viaje al infierno, ¡seguro!




Pues bien, vamos allá con la gula, el segundo pecado capital, según San Gregorio Magno y el más simpático de los 7. ¿Y por qué es simpático? Pues porque, realmente, es un pecado que nos hace gracia, pese a criticarlo vehementemente cuando descubrimos a un político del Ayuntamiento de Zaragoza (por ejemplo) que cobra más que el Presidente del Gobierno, poniéndose ciego de comer y de beber, habitualmente a costa del erario público. Pero, aunque criticamos duramente al pecado de gula y ebriedad (antes se llamaba gastrimargia para englobar los excesos de bebida y comida) dudo mucho que ni el Obispo Cañizares, ni Rouco condenaran a quemarse en los infiernos a un infeliz comensal que estuviese ahíto y llorando grasa procedente de una fabadita asturiana, un cocidito madrileño o un botillo berciano. ¿A que no?

















Hay personas mayores, de una ciertamente avanzada edad, habituales de los disfrutes de la vida a quienes ya sólo les quedad disfrutar de la comida.
Y también hay jóvenes que, al no poder conectarse en una fría noche invernal a twitter, twenti, facebook, line, whatsapp y otras aplicaciones en busca de unos brazos retozones, se entregan a la gula gastrimárgica como regazo acogedor y último refugio.  Visto todo esto, ¿cómo va a ser la gula un pecado tan capital, tan grave, tan mortal? 
No es la gula un enemigo fácil. ¡Qué va! Si te pilla, no te dejará marchar. Y, si le sonríes una sola vez, te acompañará por toda la eternidad. A veces, por la gula, se llega pronto al estado eterno. Gulosa y golosa no son lo mismo, ni se parecen. De hecho, la gulosa existe en forma de almíbar y es dulce y soluble en agua. Mientras que golosa es Bar Rafaeli y su campaña publicitaria de lencería. Por poner un ejemplo. Con el tiempo conoces a tu gula como a ti mismo: conoces tus manías, tus trucos, tus indirectas,... Hay quien tiene gula madrugadora y empieza ya por la mañana pidiéndote  unas porritas  con chocolate para desayunar ligero  de entrada. 


Se acabaron las tostadas, ni con mantequilla y mermelada, ni con aceite. La primera es snob; la segunda es excesivamente campera.

También está la gula religiosa. Es decir, aquella que te ataca a traición, sin aviso previo, como una mamba negra, a la hora del ángelus (para los no practicantes, el ángelus se reza a mediodía, que es la misma hora en que ves empezar a salir a algunos vetustos médicos de los hospitales "del seguro" hacia sus consultas y centros de gestión privada, porque ya no hay lista de espera, dicen algunos Consejeros de Sanidad). Esa gula religiosa, a eso de las 12 de mediodía te obliga a entrar en una cafetería llena de tapas, fritos de gambas con gabardina, vinagrillos, tostadas, tortillas de chorizo, canapés, bocadillitos y, por supuesto, su cañita de cerveza. 

Y, ya por último, pero no por ello menos peligrosa, tenemos a la gula nocturna.  La gula nocturna es una gula pendona, que te hace carantoñas, 
te coge de la mano, te invita a levantarte del sillón y te lleva a la nevera, a la caja de bombones, a la caja de galletas o a las chocolatinas... Y en esas estamos, la gula pidiendo, yo resistiendo, tratando de convencerla que quiero que nuestra relación sea más duradera y que, de seguir así, pronto la voy a dejar viuda a la pobre gula. 
Ya lo dice el refranero español: la gula y la concupiscencia, matan más que la abstinencia; o la templanza menos mata que la gula y la tomata; o más mató la gula que la espada; o quien cena carne asada, tiene su fosa preparada; o de las grandes cenas están las sepulturas llenas.

En esto, y sólo en esto, me identifico más con los británicos, ya que ellos afirman que "el comer bien es hermano del beber bien".

Es curioso que digan esto los ingleses, cuya cocina no es, precisamente, conocida por su popularidad entre los ciudadanos del mundo. Pero lo que sí es conocido, gracias al Duque de Argyll, es el gusto de la Reina Isabel II de Inglaterra por la bebida de alta graduación. Y allí está la Reina, tan pita a sus casi 87 años, gracias a la buena bebida que, como buena inglesa, tendrá hermanada a la buena comida. 


La buena comida va unida a los buenos deseos.

Deseo veros pronto por aquí.





sábado, 26 de enero de 2013

Estoy harto de la novia del Mundo!

Pues sí, es cierto, ¡estoy harto de la novia del Mundo!
Mientras me gustan las novias de Alonso, Dasha Kapustina, la novia de Europa, Claudia Ciardione, e incluso la novia de América, Julia Roberts, ¡no soporto más seguir hablando de la novia del Mundo!
 ¡Basta ya! ¿Es que no nos va a dejar levantar cabeza? Además, la novia del Mundo ni siquiera sabe idiomas, pero ya es casi como de la familia. Ni un sólo día pasa sin que aparezca, aunque sea un momento, en la pequeña pantalla, o en alguna página de los periódicos. (Yo creo que así se alimenta, la muy asquerosa). Ya nadie te pregunta "¿qué tal la familia? ¿y tus hermanos?". No. Ahora te preguntan "¿qué tal esa crisis? ¿sigues trabajando?"
¡Vamos, Economía! Empieza a crecer de nuevo, no creas que tienes ninguna gracia, ni que nos vas a hacer perder la esperanza. Deja ya de apoyar a los poderosos, a esos que invierten poca riqueza y son los principales responsables  de esta situación. Porque no somos nosotros, aquellos a los que ahora se nos señala "porque nos hemos endeudado gastando más de lo que podían
nuestras posibilidades.  ¿Acaso he sido yo el que ha cons- 
truido más kilómetros de Alta Velocidad de los que puedo
digerir? ¿O más aeropuertos que gaviotas vuelan por el cielo? ¿O generado más posiciones políticas que sufridos contribuyentes? ¿O inventado el Plan de comarcas?
Esa novia del Mundo, ¡Crisis políticoeconómica!

La Ley, no el hombre, es quien debe gobernar.


Porque casos en España, donde gobierna el hombre, pero no la Ley, los hay a patadas: Gürtel con Luis Bárcenas, cuentas millonarias en Suiza y el PP en el Gobierno, Palma Arena-Noos y de nuevo el PP junto a Urdangarín, el Caso Campeón y el PSOE con Ministro incluido, los EREs falsos, Mercasevilla y el PSOE Andaluz, los trajes de Camps y el PP, el caso Brugal y el PP, los casos Minuta y Malaya con el GIL y la farándula en forma de Pantoja, la Fundación Ideas con Carlos Mulas y el PSOE, el caso Palau de la Música y CDC, el caso ITV con la familia del ¿honorable? Pujol al completo, la Operación Pokemon en Galicia, y el menos conocido Caso Cooperación con el PP Valenciano.

Y es que, en España, nunca te acostarás sin ver una corrupción más

 
No sé si las corruptelas y las crisis que provocan éstas van ligadas a los deseos. Pero yo deseo veros pronto por aquí.

domingo, 20 de enero de 2013

Los astros en 2013. Un poco de todo, como en botica...

Por fin tenemos un año 2013 que, además de una rima divertida, despierta grandes expectativas (no económicas, que para estas mentiras ya están otros) sino astronómicas.

Y es que 2013 es un año cargado de fenómenos astronómicos visibles desde España, muchos de ellos con unos simples prismáticos: un asteroide que rozará nuestra atmósfera (y dicen que no chocará con la Tierra), 4 eclipses visibles y un par de cometas, también visibles sin necesidad de telescopios. ¿Es, o no es, un buen año para "estar en la Luna"?




En orden cronológico, ya nos hemos perdido una lluvia de 120 meteoros/hora el 4 de enero. Pero habrá más.



En febrero, el día 15,


seguro que en Tele5 nos ponen Armagedon de nuevo, ya que ese día se acerca a la Tierra el asteroide 2012DA14, que mide la friolera de 45 kms de diámetro. ¿Te imaginas todo el arco de la M40 en Madrid? Pues aún es más grande. Y pasará a tan sólo 20.000 kms de la superficie terrestre (palmico más,  palmico menos). Es decir, ¡más cerca que los satélites geoestacionarios! Acojona , ¿eh? Será visible con prismáticos, al anochecer, atravesando el área visible en pocas horas.

Ya en marzo, 

a partir de la segunda semana, y hasta final de mes, podremos ver al cometa PANSTARRS, que puede que sea uno de los objetos más brillantes sobre el cielo en esos días, justo sobre el horizonte Oeste, con su cola apuntando en dirección contraria al sol.

Así le ponían los salmones a Franco, ¿eh? Si sales a buscarlo y no lo ves es porque eres un zote integral.

Y pocos días después, en abril, 

se podrá ver otro cometa, el LEMON, que empezará a ser visible al alba. Este va a ser peor de ver, por el madrugón que comporta de un lado, y porque necesitaremos prismáticos de los de verdad, de los que venden en los chinos por 1 € casi mejor que no. Este cometa estará al límite de la visibilidad a simple vista.

Ese mismo mes, el día 25 de abril, lunes podremos ver un eclipse parcial

de Luna a primera hora de la noche.

Y 10 días después, el 6 de mayo, con la Luna en fase nueva (es decir, que

no se ve la Luna), habrá otra lluvia de meteoros de una intensidad de 70 meteoros/hora. Y la Luna, al no verse, no molestará su visibilidad. Además, en mayo ya hacen noches más apacibles y ¿quién sabe? una cosa lleva a la otra...

En agosto, el día 13, y con la Luna en fase creciente (molesta, pero poco)

otra lluvia de meteoros (100/hora). Mejor tiempo, morenitos, más larga la noche, vacaciones,...

El 3 de noviembre, domingo, un eclipse total de Sol, aunque desde España

sólo se verá parcialmente. Aproximadamente un 40% de parcialidad.

Y a finales de noviembre la "estrella" del año: el cometa ISONC2012S1


visible espectacularmente de madrugada, y que podrá ser tan brillante como la Luna llena. Lo malo es que su cercanía al Sol nos dificultará su observación los días de máximo brillo. Será visible a simple vista durante semanas, de madrugada, desde mediados de noviembre, hasta final de año. Es probable que, al pasar tan cerca del Sol ("sólo" a un par de millones de kms), el cometa ISCONC no sobreviva al encuentro.

Y, ya por último, y como despedida del año, otra lluvia de meteoritos en 

diciembre, el día 14, aunque esta vez con Luna llena, lo que dificultará su visibilidad, hace más frío y ya, pues qué quieres que te diga, ya no es lo mismo.

Los astros, la astronomía y esa seudociencia de la astrología van ligados a los deseos, deseo veros pronto por aquí

sábado, 12 de enero de 2013

El "canalillo" de la general


De la vigésima tercera edición del Diccionario de la Lengua Española (que no castellana) de la Real Academia Española

canalillo.
(Del dim. de canal).
1. m. coloq. Comienzo de la concavidad que separa los pechos de la mujer tal como se muestra desde el escote.


Quien esté libre de miradas, sea hombre o mujer, que levante la mano. ¿Hay alguien en el mundo que no se haya detenido con delectación, extasío y asombro ante tal visual? ¿Es algo propio de viejos verdes? Porque yo les juro a ustedes que no soy un pervertido sexual. Y es que no me atraen las lolitas, y ahora que soy un gentleman con canas en las sienes, en el bigote y en la barba, aunque aún de muy buen ver distinguido, estiloso y elegante, que aún hago suspirar de amor a alguna bella señora, tengo que admitir que, el otro día, en La Bodega no pude dejar de mirar embelesado el escote de la camarera que me servía. ¿Horrible? ¿Patético? ¿Vergonzoso? ¿Horrendo? ¡¡¡¡Noooo!!!! ¡Curiosidad! Soy una víctima de la curiosidad, un falso culpable que lleva sobre sus hombros una pesada cruz: la cruz injusta de las apariencias. Mis ojos van al canalillo de la camarera como las manos van.... al pan.

Hay 2 clases de hombres: los que se asoman a un bello escote; y los que no. Contrariamente a mi pensar, los segundos tienen buena fama (para mí son tan sólo unos timoratos); los primeros soportan una horrenda leyenda. Yo padezco, muy a mi pesar, la fama de un verderol. 
Estoy casi seguro que la propietaria de mi mirada embelesada, que está muy buena y lo sabe, comenta con sus compañeras de trabajo: "ese de la mesa con el gintonic de Bloom es un viejete satánico que me mira con ojos de buey del Portal de Belén". Me consta, porque he visto asomarse a otras camareras y camareros a observarme, me señalan y sonríen entre ellas. 
Yo soy muy tímido, ¿saben ustedes? Y las orejas se me ponen rojas enseguida. Este rubor de los pabellones auriculares me delata y verifica mi culpabilidad de voyeur indecoroso.
Es por ello que cuando la camarera se acerca a mi mesa con el ticket de mi bebida, silbo, canturreo "nananianonaniano", miro hacia el techo, hago que leo algo muy interesante en la servilleta 100% negra,... Pero, finalmente, sin poder, o sin querer (no lo tengo claro del todo) evitarlo, mi mirada libidinosa se posa inevitable, inconmovible, inexorablemente, donde no debe: en esa abertura de su ropa por la que asoma el cuello y el pecho empuja desbocado para "despechugarse" provocativo.
La solución a esta aflicción es sencilla: cambiar de bar. Pero a ver cómo explico yo que no quiero cambiar de bar, que me gustan sus patatas asadas, sus gintonics de Bloom y ¿por qué no decirlo? el escote de Nora.

sábado, 5 de enero de 2013

... pero es que hay cosas que nunca se olvidan

Ya lo decían Rafa Cabello, Joaquín Rodríguez, Arturo Pérez y Emilio Sancho, Los Nikis, cuando Algete dominaba el Mundo.


Allá por los 80's Los Nikis nos cantaban aquello de...

Hace mucho tiempo que se acabo
pero es que hay cosas que nunca se olvidan
por mucho tiempo que pase.
1582, el sol no se ponia en nuestro imperio
me gusta mucho esta frase.
Con los austrias y con los borbones
perdimos nuestras posesiones.
Esto tiene que cambiar
nuestros nietos se merecen
que la historia se repita varias veces.

(La letra de El Imperio Contraataca)

Y es que en España, los españoles podemos vivir sin saberlo, pero somos incapaces de vivir sin contarlo. Y esto es lo que nos pasó con la siesta.
Señoras, Señores, hemos perdido la siesta. La siesta ha sido nuestra ruina. Y no ha sido nuestra ruina por dormirla, no. Ha sido nuestra ruina por contarla.
Porque, ¿qué se dice en el mundo de los españoles? Algo así como "Qué simpáticos son, qué amables, que acogedores, qué agradables y, sobre todo, ¡qué bien que duremen la siesta!" Y así, los que antes nos visitaban y nos admiraban por nuestra siesta y nuestra forma de entender y vivir la vida, sensata o insensata, según se opine, hoy son los mismos que nos visitan y nos ejecutan públicamente.
Vamos a ver, españoles, para ser un perdulario, es decir, un viciuoso incorregible, y que no te descubran hay que ser, básicamente, discreto. Discreto... y un poco cínico. Pero, fundamentalmente, discreto. Como dice el dicho, "si careces de ética, tienes que tener estética".
Si eres vago, informal e impuntual (no lo digo yo, lo dice una encuesta triokoeuropea), incapaz de cumplir un horario, que además te tiras media jornada degustando "el desayuno de media mañana", ¡no lo cuentes al mundo, alma cándida! ¡No presumas de ello, capullo! ¡Cállatelo, "atontao"! Disfruta de tu modus vivendi y no des cuartos al pregonero, disimula, silba, haz como que no ves... Y si te remuerde la conciencia, ¡vete a confesar! Que el cura párroco te perdonara tus cuitas con tres padrenuestros y cinco avemarías ¡y tiene que guaradr el secreto de confesión, bocazas!
Pero no. El españolito lo cuenta: al peluquero, a la portera, a los amigos, a los enemigos, a su propio jefe (que hace lo mismo que él, desde antes y hasta después), al policía de barrio y (ahí viene el grave problema) ¡AL TURISTA! ¡Al turista no le cuentes nada, coño! Que el turista es el que nos provee de fondos como los FEDER, la PAC, los FSE, etc.
Él, ese turista que viene a España a coger sol, de sol a sol, en esa misma jornada que él trabaja durante once meses con productividad, que paga sus impuestos (que aquí el que escaquea impuestos y no paga  a Hacienda se lo cuenta entre chirigotas al mismísimo Inspector de Hacienda de su localidad), ahora se ha convertido en insolidario y se niega a seguir pagando nuestro impuestos por nosotros. ¡Será mala gente!
Los mercados europeos han captado la gracieta de ese éx-político sevillano, aquello de "me gustaría vivir como vivo, pero pudiendo". Los mercados lo han entendido perfectamente y ahora se niegan a subvencionarnos. ¡Qué tiempos, Macarena!
Pues peor para ellos, que morirán jóvenes. Sí, morirán jóvenes, porque la siesta es parte de la sanísima y pervivente dieta mediterránea. La siesta es ese ingrediente secreto que hace que haya más españoles centenarios que suizos, alemanes, nórdicos o gabachos centenarios. Esa Santísma Trinidad está formada por el café (el padre), la copa (el hijo) y el puro (el espíritu santo).
La siesta es el ingrediente que lleva al perfeccionamiento de una comida satisfactoria. El trabajador español, tras una comida sana y abundante, comparte con sus compañeros de mesa largas charlas, tertulias e incluso peroratas, se fumaba un puro lenta y gustosamente (digo fumaba, porque ahora ya no se puede fumar a la mesa del restaurante y hay que salir a la cortesana calle), bebía su cafelito, se calzaba una o dos copitas de cazalla y, cansado de tener razón (como siempre) y comprobar que el resto del mundo se equivoca (incluidos algunos de sus contertulios), se retiraba prudentemente a meditar, calcular y cavilar a sus estancias más íntimas.
El último lujo del medievo español, la siesta, nos lo quieren quitar. Europa nos ha hundido en la miseria. Ya perdimos el derecho de pernada en el siglo XVII (que no pudo restaurar Orwell en su novela 1984 con "La ley por la cual cada empresario tiene el derecho de dormir con cualquiera de las mujeres que trabajan en su empresa"  y ahora nos van a quitar la siesta para que no podamos ni siquiera acostarnos solos y dormir a pierna suelta el sueño de los justos.
Efectivamente, Nikis, "Esto tiene que cambiar nuestros nietos se merecen que la historia se repita varias veces (...) Los McDonals estan de vacas flacas ha vencido la tortilla de patatas
en Las Vegas no hay black jack solo se juega al cinquillo y la moda es el rojo y amarillo.

La siesta está ligada a los deseos, así que deseo verte por aquí